martes, 1 de octubre de 2013

Buenos Aires noctámbula

Tarde en la ciudad, a mí me gusta la vida nocturna, pero la ciudad no está preparada para los noctámbulos. En realidad, Buenos Aires tiene lo suyo. Si uno circula por el centro y por otros lugares como Palermo siempre va a encontrar sitios abierto, especial para noctámbulos. Pero lo que no está preparado para los noctámbulos es la vida social. Y claro, tal vez esa es la magia de la noche, que a la noche todo sea distinto, todo sea más tranquilo. Porque algunos piensas que quien vive de noche es porque se da la mala vida. Por el contrario, no hay momento más tranquilo que la noche. La noche es la tranquilidad y el día, bueno, todo lo contrario. Tengo un amigo que es dueño de varios apartamentos en Buenos Aires y él vive de rentas, duerme durante todo el día y está despierto por las noches. Pero a él le gusta eso y por el contrario, es una persona cuerda y tranquila. Simplemente le gusta la noche. Le gusta disfrutar de esa tranquilidad. Si ve la luz de día, la ve muy poco. Porque sabe que esa es la hora de irse a dormir. Casi como si fuese un vampiro, así es la vida de los noctámbulos. Tal vez salido de un cuento fantástico, pero no, es así. El día es para él el momento más tranquilo. Dice que incluso para dormir, porque durante el día no hay nadie en los departamentos residenciales, entonces se escuchan menos ruidos que en general. Yo, por ejemplo tengo unos vecinos que son insoportables, todo el día hacen ruido, pero es cierto, por las noches duermen, se calma un poco. Salvo el padre de la familia que debe dormir algo así como cuatro horas por día. Y tiene treinta años, eso de ninguna manera es saludable. No es saludable para nadie, ni para los que escuchan cuando se despierta ni para él. Cuatro horas por día, no es un buen tiempo para que el cuerpo descanse.